En las últimas horas, se empezaron a viralizar varios posteos que se realizaron en la red social X por una guerra por bots entre los reconocidos streamings de Buenos Aires: el de Nico Occhiato, de Luzu Tv y el rosarino Migue Granados, en Olga.
Todo comenzó cuando se compararon las audiencias de ambos canales de streaming, lo que desató un intenso debate. Los datos revelaron que, a las 15.15, Luzu Tv contaba con 43 mil vistas, mientras que a las 15.25 esa cifra saltó a 60 mil, lo que levantó sospechas de uso de bots.
Frente a la situación, Nico expresó su incomodidad con un contundente mensaje, afirmando que “este número no es real”, destacando que por lo general tuvieron menos de 15 mil vistas a esa hora. Afirmó que alguien envió bots a su canal para dejarlo mal parado y aseguró: "No estamos compitiendo con nadie, no nos interesa ganarle a nadie".
Asimismo, enfatizó su deseo de hacer un contenido de calidad para su comunidad, pero dejó ver su indignación: “Sinceramente, me da mucha impotencia que pase esto”.
Por su parte, Migue Granados no tardó en responder, haciendo alusión a la competencia en el mundo del streaming mediante una curiosa referencia a una hamburguesería. En un video que se volvió viral, cuestionó si el dueño de un local sería un “mal tipo” por tratar de perjudicar a la competencia con imágenes comprometedoras. Al ver esto, Nico comentó: “Listo. Ya entendí todo”.
Listo. Ya entendí todo. https://t.co/UTfqcuYgLr
— Nico Occhiato (@NicolasOcchiato) April 23, 2025
La discusión continuó cuando Migue defendió su posición asegurando que no tuvieron idea de cómo provocar un alza artificial en la audiencia, pero sí poseyeron el expertise para ofrecer contenido de calidad.
Sobre el final de la discusión, Nico contestó nuevamente: “Buen día, solo paso a dejar asentado que arrancaron esta mañana mandándonos bots de vuelta jaja”, mostró su frustración y mantuvo la controversia en el aire.
Qué son los bots
Según el sitio web filmora.wondershare.es, muchos creadores recurren a bots para simular popularidad en sus videos. La idea es generar la ilusión de que el contenido ya fue visto por una gran audiencia, apelando así al fenómeno de la prueba social: si muchos lo vieron, debe ser bueno.
El principal atractivo de los bots radica en su velocidad y simplicidad de uso, aunque no son gratuitos. Hay empresas que, por una suma accesible, pueden agregar cientos de espectadores en vivo. También circulan rumores que aseguran que, para acceder a este tipo de servicios, es imprescindible contar con una página web desde la cual se redirige al usuario a un reproductor externo. Allí, se puede adquirir una cantidad determinada de bots que permanecen conectados durante unos minutos antes de desaparecer.
Según expertos, se pueden usar bots con intenciones maliciosas para perjudicar a un competidor, y este tipo de prácticas, aunque difíciles de probar, existen en el mundo digital. Algunas formas en las que se los puede utilizar incluyen enviar bots para inflar las visitas de un video ajeno puede parecer positivo, pero si la plataforma detecta tráfico inorgánico, podría: suspender o eliminar el contenido, penalizar el canal y dañar su reputación frente al algoritmo.
Estas prácticas violan las políticas de la mayoría de las plataformas digitales (YouTube, Instagram, TikTok, etc.) y pueden considerarse actos de competencia desleal. Sin embargo, al ser difíciles de rastrear, muchos casos quedan impunes o sin consecuencias claras.