La Cancillería de Brasil puso en duda este jueves que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva visite a la exmandataria Cristina Fernández, quien está en prisión domiciliaria, en el marco de su viaje a Buenos Aires para asistir a la Cumbre del Mercosur, la próxima semana.
"Será un viaje muy rápido. El presidente llegará el miércoles por la noche y regresará (a Brasil) el jueves, inmediatamente después de la cumbre", dijo en una rueda de prensa la secretaria para América Latina y el Caribe de la Cancillería, Gisela Padovan.
La Cumbre del Mercosur, bloque que reúne a Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, con Bolivia en proceso de adhesión, se celebrará en Buenos Aires los próximos miércoles y jueves, cuando Lula recibirá la presidencia semestral del bloque de manos de su homólogo argentino, Javier Milei.
Padovan explicó, además, que no tenía "ninguna información" sobre alguna posible gestión ante la Justicia argentina, que debería autorizar la visita de Lula a la residencia de Fernández, en el barrio porteño de Recoleta en Buenos Aires.
Hace unos días, en Buenos Aires, el diputado brasileño Paulo Pimenta, del Partido de los Trabajadores (PT) y exministro de información en el Gobierno de Lula, aseguró que Lula pretendía visitar a Fernández "en los primeros días de julio".
Aunque reiteró esa afirmación en varias entrevistas con medios argentinos, la Presidencia de Brasil no confirmó en ningún momento que esa visita estuviera en los planes de Lula y mucho menos en el marco de un viaje oficial.
Fernández, de 72 años y quien tiene una relación política muy próxima con Lula, fue condenada a seis años de prisión y e inhabilitada de forma perpetua por irregularidades en la concesión de obras viales entre 2003 y 2015, durante la gestión del entonces presidente Néstor Kirchner, su esposo ya fallecido, y sus dos mandatos posteriores.
Una vez que la sentencia fue ratificada, Lula se solidarizó con la expresidenta argentina, valoró la forma "determinada en que enfrenta esa situación adversa" y también la llamó por teléfono, aunque al menos en público no ha dicho que tenga intenciones de visitarla en su residencia.