Por segunda vez en lo que va del año, los santafesinos deben concurrir este domingo a las urnas para elegir cargos locales: se renuevan parcialmente los concejos municipales de 59 municipios y hay además recambio de autoridades ejecutivas en 19 municipios y en las 300 comunas. Además de la cosecha de los candidatos, merecerá particular atención la asistencia, que fue muy baja en abril en Santa Fe y también en los comicios que se realizaron luego en otras provincias.
En Rosario se eligen 13 concejales este domingo, en una pulseada que puede ser clave no solo por la nueva composición que tendrá el cuerpo legislativo local, donde el oficialismo podría perder la mayoría que en estos dos últimos años acompañó los proyectos del intendente Pablo Javkin, sino también porque el resultado incidirá en los posicionamientos de cara a la sucesión del actual jefe del Palacio de los Leones, en los comicios de 2027.
Esto tiene directa relación con la irrupción de La Libertad Avanza, cuyo candidato, Juan Pedro Aleart, fue el más votado en las primarias. Eso reinstaló un escenario en el que aparecen tres fuerzas con posibilidades: el oficialista frente Unidos –que en esta elección lleva de primera candidata a Carolina Labayru–, el panperonismo –con el extrapartidario Juan Monteverde a la cabeza pero también con otras dos opciones– y el mileísmo.
En las elecciones de 2023 el tablero de tercios quedó atrás a partir de que el PRO y lo que era el Frente Progresista confluyeron en Unidos. Así, la disputa en la general fue mano a mano entre Javkin y Monteverde. Ahora LLA vuelve a plantear otra alternativa para el electorado no peronista, que hace años es mayoritario en la ciudad.
Monteverde y Aleart, que durante años condujo el programa más visto de la televisión rosarina (De 12 a 14), arrancaron la campaña con una ventaja objetiva importantísima: el nivel de conocimiento.
Pero en el oficialismo creen que eso cambió en esta última campaña y que Labayru ya no corre tan de atrás como quedó en las Paso. Para que haya remontada, la apuesta de Unidos fue tratar de unir la figura de la candidata con la del gobernador Maximiliano Pullaro, que apareció con ella en los carteles de vía pública y en los últimos días se le pegó como estampilla.
La estrategia, en un punto, es similar a la de La Libertad Avanza: si el eslogan del oficialismo nacional es que Aleart es Milei, el del provincial podría haber sido que Labayru es Pullaro. De hecho, el gobernador remarcó en el acto de cierre de campaña que la actual secretaría de Cercanía municipal tiene el mismo perfil que él: su fuerte es la gestión y no el carisma.
Ambos sectores apostaron además a pegar a Monteverde con la figura de Cristina Kirchner, con la idea de cosechar en el sentimiento antikirchnerista que ven predominante en la ciudad.
Monteverde, en cambio, fue quien más buscó municipalizar la elección con una crítica constante a una gestión Javkin que entiende desgastada y un concepto: a Rosario le falta un intendente.
La división del voto antiperonista entre Unidos y La Libertad Avanza podría favorecer que el concejal de Ciudad Futura quede primero. Pero, a la vez, él también tiene riesgos de fuga con las candidaturas de Roberto Sukerman y Lisandro Cavatorta.
Además, buscan llegar al Concejo el Frente de Izquierda, con Carla Deiana, y Somos Vida y Libertad, el sector de Amalia Granata, con Eugenio Malaponte.
En la ciudad de Santa Fe y en el resto de la provincia también se espera en mayor o menor medida un cambio de escenario por la aparición de LLA. Pero es en Rosario donde el oficialismo nacional aspira a tener un triunfo resonante. Así y todo no consiguió que Milei se involucrara personalmente en el respaldo a los candidatos y eso se confirmó con su ausencia en los actos por el Día de la Bandera en el Monumento.
¿Pagarán por eso algún costo electoral las fuerzas del cielo? Otra incógnita que se responderá cuando se abran las urnas, una vez que termine la votación que se desarrollará de 8 a 18.
El sistema para sufragar es el de boleta única y en total hay algo más de 2.800.000 ciudadanos habilitados para hacerlo. Parte del foco estará en qué porcentaje de concurrencia tendrán los comicios en un marco en el que ese dato viene marcando una ola de desencanto con la política que compite con los propios candidatos.