La marplatense Solana Sierra, que este viernes anotó su tercera victoria consecutiva y se metió en octavos de final de Wimbledon, vivió momentos de zozobra durante el partido ante la española Cristina Bucsa, que finalmente cerró con un triunfo por 7-5, 1-6 y 6-1.

Durante el segundo parcial, el más errático para la joven argentina de 21 años, un momento de furia le provocó un dolor en su mano derecha por el que tuvo que ser atendida.

Con el marcador 1-3 y el saque de la europea con ventaja para sumar un nuevo game, Sierra jugó un passing que se fue largo y, sin poder contener su enojo, arrojó la raqueta al aire y le dio una suerte de cachetazo que impactó sobre el encordado. Acto seguido, la argentina se tomó la mano, visiblemente afectada.

Aunque inmediatamente después siguió con el partido, se notaba el dolor que sentía durante el punto en el que tenía el saque a su favor. Entonces, pidió asistencia médica, que le fue proporcionada en su asiento. “No puedo agarrar la raqueta”, le explicó al juez de silla. La dolencia era en el dedo mayor de la mano derecha, en donde le colocaron un vendaje.

Aunque el segundo set terminó 6-1 a favor de la española, Solana logró encarrilar su juego y finalmente se llevó la victoria sobre el césped del All England.

Luego del partido, la marplatense se refirió al momento en el que golpeó su raqueta y dijo: “No me había dado cuenta. Ahora solo lo tengo hinchado, no pasa nada, un poco de hielo y ya está”.