La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria y crónica de la piel, caracterizada por brotes frecuentes, picazón intensa, irritación, dolor, enrojecimiento, costras e infecciones. Las lesiones pueden ubicarse en la cara, el cuero cabelludo, las orejas, el dorso de las manos y las zonas de flexión de las extremidades. “El impacto en la calidad de vida de los pacientes con dermatitis atópica (DA) es muy alto ya que atraviesa todo su entorno familiar, laboral y social. Es común en los niños pequeños, pero puede manifestarse a cualquier edad. En nuestro país, se estima que la DA afecta al menos al 10% de los niños y adolescentes, y en cerca de 3 de cada 10 casos, la enfermedad se mantiene en la adultez” explicó la doctora Carolina Ledesma, presidenta de la Sociedad Argentina de Psoriasis (SOARPSO).

Síntomas y causas

Los síntomas de la dermatitis atópica o eccema pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo y varían considerablemente según la persona. Algunos de ellos son piel seca y agrietada, picazón, erupción en la piel hinchada que varía de color según el color de piel, pequeñas protuberancias, exudado y costras, piel engrosada, oscurecimiento de la piel alrededor de los ojos, piel en carne viva y sensible por rascarse, entre otros. Existen otras enfermedades desencadenadas por el mismo proceso inflamatorio y es muy frecuente que coexista con diferentes afecciones alérgicas. Susana de Barayazarra, presidenta de la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC) se refirió a las características de la enfermedad indicando que “la dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel frecuentemente asociada con antecedentes personales y familiares de enfermedades alérgicas como la alergia alimentaria, el asma, la rinitis. Se la entiende como una enfermedad multifactorial que involucra factores genéticos, ambientales e inmunobiológicos. Es común en niños, aunque puede persistir o aparecer en la edad adulta. Esta enfermedad ha aumentado en las últimas décadas”.

La especialista agregó que “es una enfermedad que requiere un abordaje multidisciplinario entre el alergista y el dermatólogo, lo que favorece al paciente ya que permite el cuidado de la piel como así también las causas que la generan, garantizando una evaluación precisa y un tratamiento adecuado personalizado para, de esa forma, mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes”.

Diagnóstico y tratamiento

El diagnóstico temprano es uno de los factores clave, según destacó Paula Luna, presidenta de la Sociedad de Dermatología Pediátrica para Latinoamérica (SDLP) y vicepresidenta de la Sociedad Argentina de Psoriasis (SOARPSO). “Este enfoque posibilita la implementación de un tratamiento personalizado y adaptado a las características específicas del paciente, facilitando la mitigación de los síntomas en casos de enfermedad de mayor gravedad y avance. Asimismo, permite la identificación y manejo, cuando sea pertinente, de las comorbilidades asociadas, y en las formas leves, contribuye a prevenir la progresión del eczema”, destacó la profesional.

En base a relevamientos realizados, en algunas provincias de nuestro país, 6 de cada 10 diagnósticos pueden demorar de 2 a 5 años. Esto determina que exista una gran barrera para acceder al diagnóstico certero, de acuerdo a una encuesta de la Asociación Civil de Dermatitis Atópica Argentina (ADAR) y la Asociación Civil para el Enfermo de Psoriasis (AEPSO).

Dependiendo del perfil del paciente, es una enfermedad que, especialmente en la primera infancia, puede lograr la remisión en un número significativo. En otros casos, puede requerir de un tratamiento crónico y controlado por profesionales especializados. Para los casos con enfermedad moderada o grave, en los últimos años, han aparecido diversas herramientas terapéuticas que permiten mejorar sustancialmente la calidad de vida, controlando la picazón y las lesiones cutáneas de los pacientes que van desde los medicamentos biológicos (inhibidores de las interleuquinas 4 y 13), hasta los tratamientos orales (inhibidores de JAK).

De acuerdo a Cecilia Civale, presidenta de la Asociación Argentina de Dermatología (AAD), las opciones terapéuticas disponibles son variadas e incluyen medicamentos orales y terapias biológicas. De acuerdo a la profesional “estas alternativas tienen como objetivo aliviar los síntomas cutáneos, disminuir la picazón y evitar recaídas. Además, es fundamental complementar el tratamiento con la identificación de factores que puedan desencadenar o empeorar la afección, así como con una correcta educación sobre el cuidado de la piel. Cabe destacar que cada tratamiento debe adaptarse a las necesidades específicas de cada paciente”.

Calidad de vida

De acuerdo a una encuesta realizada por ADAR y AEPSO, cerca del 90% de los pacientes ve afectada diariamente su calidad de vida, ya que la dermatitis atópica impacta en los ámbitos laboral, escolar, social, vincular y económico.

La picazón, principal síntoma de la enfermedad, no es un aspecto menor. Las personas pueden experimentar picazón en forma crónica e intensa en contextos o situaciones imposibles de controlar como la escuela, el trabajo, el transporte público, un evento social o al intentar dormir llevando a que tengan el triple de posibilidades de desarrollar depresión y el doble de experimentar ansiedad, de acuerdo a un trabajo desarrollado por 22 laboratorios europeos.

Por otra parte, la intensidad de la picazón se ubica en 7,8 en un rango del 1 al 10, según una encuesta realizada por ADAR y AEPSO.

Por todo lo anterior, y como indica Silvia Fernández Barrio, presidenta de AEPSO, “las enfermedades dermatológicas no deben considerarse meramente estéticas, ya que afectan profundamente la calidad de vida de quienes las padecen, impactando tanto su salud física como mental, y también influyen en su entorno cercano. Se trata de patologías crónicas, sin cura definitiva, que requieren atención médica continua a lo largo del tiempo. A esto se suma el desgaste adicional que provoca la complejidad del sistema de salud, donde muchas veces acceder a terapias más efectivas y actuales implica atravesar múltiples obstáculos burocráticos”.

Campaña gratuita de detección

Por todo lo descripto, se llevará a cabo la Quinta Campaña Nacional de Detección Gratuita de Dermatitis Atópica organizada por la Asociación Civil para el Enfermo de Psoriasis (AEPSO), la Sociedad Argentina de Psoriasis (SOARPSO), la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC), la Sociedad de Dermatología Pediátrica para Latinoamérica (SDPL) y la Asociación Argentina de Dermatología (ADD). El objetivo es promover el diagnóstico temprano y mejorar la calidad de vida de las personas que deben atravesar esta enfermedad.

Los organizadores coincidieron en la importancia de realizar estas campañas de detección que facilitan el diagnóstico en todo el país, donde muchas de las personas que aún deambulan de médico en médico pueden alcanzar un diagnóstico y un tratamiento correcto que les permita un mayor control de la enfermedad.

Desde el 23 al 29 de junio se realiza una semana de asignación de turnos a través de www.aepso.org o llamando al 0800 222 3776, de lunes a viernes, de 9 a 14 h. La atención efectiva se realizará del 30 de junio al 4 de julio.

Participan profesionales de diferentes provincias y ciudades de todo el país. Si bien los turnos se asignan por los medios arriba indicados, es interesante destacar que en la ciudad de Rosario, los lugares de atención incluyen el Centro Respiratorio Infantil, el Hospital Centenario y el espacio médico Inizia Salud.

 

Claudio Pairoba es bioquímico, farmacéutico y doctor por la Universidad Nacional de Rosario. Máster en Análisis de Medios de Comunicación y Especialista en Comunicación Ambiental. Miembro de la Escuela de Comunicación Estratégica de Rosario y la Red Argentina de Periodismo Científico. Acreditado con la American Association for the Advancement of Science (Science) y la revista Nature