La dermatitis atópica es una patología de la piel, inflamatoria y crónica, que se caracteriza por brotes frecuentes, picazón intensa, irritación, dolor, enrojecimiento, costras e infecciones. Las lesiones se pueden ubicar en rostro, cuero cabelludo, orejas, dorso de manos y zonas de flexión de extremidades.
“El impacto en la calidad de vida de los pacientes con dermatitis atópica (DA) es muy alto ya que atraviesa todo su entorno familiar, laboral y social. Es común en los niños pequeños, pero puede manifestarse a cualquier edad. En nuestro país, se estima que la DA afecta al menos al 10% de los niños y adolescentes, y en cerca de 3 de cada 10 casos, la enfermedad se mantiene en la adultez”, explican desde la Sociedad Argentina de Psoriasis (SOARPSO).
La picazón, principal síntoma de la enfermedad, no es un aspecto menor. Las personas a las que la piel les pica en forma crónica e intensa (que sucede en contextos o situaciones imposibles de controlar como la escuela, el trabajo, en el transporte público, en un evento social o al intentar dormir) tienen el triple de posibilidades de desarrollar depresión y el doble de experimentar ansiedad.
Cuando los pacientes deben calificar la intensidad de su picazón en un rango del 1 al 10, el promedio general asciende a 7.8.
Síntomas
Los síntomas o eccemas pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo, preferentemente en las mencionadas anteriormente, pero hay una variedad de síntomas según la persona. Algunos de ellos son:
-Piel seca y agrietada.
-Picazón.
-Erupción en la piel hinchada que varía de color según el tono de piel.
-Pequeñas protuberancias.
-Exudado y costras.
-Piel engrosada.
-Oscurecimiento alrededor de los ojos.
-Piel en "carne viva" y sensible por rascarse.
Además, existen otras enfermedades desencadenadas por el mismo proceso inflamatorio y es muy frecuente que coexista con diferentes afecciones alérgicas.
“La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel frecuentemente asociada con antecedentes personales y familiares de enfermedades alérgicas como la alergia alimentaria, el asma, la rinitis. Se la entiende como una enfermedad multifactorial que involucra factores genéticos, ambientales e inmunobiológicos. Es común en niños, aunque puede persistir o aparecer en la edad adulta. Esta enfermedad ha aumentado en las últimas décadas”, afirmaron desde la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC).
Y añadieron: “Es una enfermedad que requiere un abordaje multidisciplinario entre el alergista y el dermatólogo, lo que favorece al paciente ya que permite el cuidado de la piel como así también las causas que la genera, garantizando una evaluación precisa y un tratamiento adecuado personalizado para, de esa forma, mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes".
Resulta muy importante consultar ante los primeros síntomas dado que esto permite tener un diagnóstico temprano para poder cambiar el rumbo de la enfermedad.
Un abordaje multidisciplinario "posibilita la implementación de un tratamiento personalizado y adaptado a las características específicas del paciente, facilitando la mitigación de los síntomas en casos de enfermedad de mayor gravedad y avance. Asimismo, permite la identificación y manejo, cuando sea pertinente, de las comorbilidades asociadas, y en las formas leves, contribuye a prevenir la progresión del eccema”, aseguraron desde la Sociedad de Dermatología Pediátrica para Latinoamérica (SDLP).
Según el perfil del paciente, es una enfermedad que, especialmente en la primera infancia, puede lograr la remisión en un número significativo; en otros casos, puede requerir de un tratamiento crónico y controlado por profesionales especializados.
Para los casos con enfermedad moderada o grave, en los últimos años, han aparecido diversas herramientas terapéuticas que permiten mejorar sustancialmente la calidad de vida, controlando la picazón y las lesiones cutáneas de los pacientes que van desde los medicamentos biológicos (inhibidores de las interleuquinas 4 y 13), hasta los tratamientos orales (inhibidores de JAK).
“Hoy en día disponemos de diversas opciones terapéuticas aprobadas para abordar esta enfermedad, que van desde medicamentos orales hasta terapias biológicas. Estas alternativas tienen como objetivo aliviar los síntomas cutáneos, disminuir la picazón y evitar recaídas. Además, es fundamental complementar el tratamiento con la identificación de factores que puedan desencadenar o empeorar la afección, así como con una correcta educación sobre el cuidado de la piel. Cabe destacar que cada tratamiento debe adaptarse a las necesidades específicas de cada paciente”, explicaron.
Estadísticas
En base a relevamientos realizados, en algunas provincias de Argentina, seis de cada diez diagnósticos pueden demorar de 2 a 5 años, por lo que existe una gran barrera para acceder al diagnóstico certero.
Por ello, campañas como la actual en pos de detectar casos, facilitan el diagnóstico en todo el país en pos de arribar a un tratamiento correcto que les permita un mayor control de la enfermedad.
Campaña gratuita de detección
Organizada por la Asociación Civil para el Enfermo de Psoriasis (AEPSO), la Sociedad Argentina de Psoriasis (SOARPSO), la Asociación Argentina de Alergia e Inmunología Clínica (AAAeIC), la Sociedad de Dermatología Pediátrica para Latinoamérica (SDPL) y la Asociación Argentina de Dermatología (ADD), se llevará a cabo la quinta campaña nacional de detección gratuita de dermatitis atópica, con el objetivo de promover el diagnóstico temprano y mejorar la calidad de vida de las personas que deben atravesar esta enfermedad.
Desde el 23 al 27 de junio se realizará una semana de asignación de turnos a través de www.aepso.or. o llamando al 0800 222 3776, de lunes a viernes, de 9 a 14 hs. La atención efectiva se realizará del 30 de junio al 4 de julio.
Fuente: NA.