En esta fecha, las páginas cobran vida, los autores resucitan y los lectores de todas las edades se convierten en héroes de historias invisibles. Pero, ¿por qué se celebra este día? ¿Qué curiosidades esconde esta jornada literaria? Abramos este artículo como quien abre un buen libro: con entusiasmo y un poco de magia.
¿Por qué el 23 de abril? Coincidencias de tinta y eternidad
El 23 de abril no fue elegido al azar. Esta fecha marca la muerte de tres gigantes de la literatura: William Shakespeare, Miguel de Cervantes y el poeta peruano Inca Garcilaso de la Vega. Aunque hay ciertas discrepancias históricas por el uso de distintos calendarios en su época, la coincidencia sigue siendo un símbolo poderoso. La UNESCO, en 1995, proclamó oficialmente esta fecha como el Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor, promoviendo la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual.
Datos curiosos que probablemente no sabías
- El libro más vendido (después de la Biblia): Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes, ha sido traducido a más de 50 idiomas y ha vendido más de 500 millones de copias. Todo un “best seller” de antes de que existiera el término.
- El libro más pequeño del mundo: mide solo 0.74 x 0.75 milímetros. ¡Necesitarías una lupa (o un microscopio) para leerlo! Se titula “Flores de las cuatro estaciones” y fue impreso en Japón.
- La ciudad de los libros: Bogotá, Colombia, fue declarada la Capital Mundial del Libro en 2007 por la UNESCO, un honor que cada año recibe una ciudad distinta que promueve la lectura de forma innovadora.
El poder de un libro en manos de un niño
Según estudios de la OCDE, los niños que crecen en hogares con libros tienden a desarrollar mejores habilidades cognitivas, comunicativas y de pensamiento crítico. Además, la lectura fortalece la empatía, reduce el estrés y estimula la imaginación. En un mundo saturado de pantallas, el libro sigue siendo una herramienta insustituible de aprendizaje y libertad.
¿Cómo celebrarlo? Algunas ideas para escuelas y familias
- Trueque de libros: Organizá un intercambio de libros usados entre estudiantes.
- Lecturas dramatizadas: Los alumnos pueden interpretar fragmentos de obras clásicas.
- Diseñá tu portada: Actividad artística para rediseñar la portada de su libro favorito.
- Maratón de lectura en redes sociales: Compartí fotos leyendo con hashtags como #DíaDelLibro o #UnLibroUnaAventura.
Un final sin final
El Día Internacional del Libro no es solo una conmemoración, es una invitación. A leer más. A escribir. A imaginar. A conectar con otras épocas, culturas y formas de pensar. Porque como dijo alguna vez Jorge Luis Borges: “Siempre imaginé que el Paraíso sería algún tipo de biblioteca.”
Así que, ya lo sabes: este 23 de abril abrí un libro… y dejate llevar.