-¿Alguno tenía preponderancia sobre el otro?
- El que no era funcionario sobre el que era funcionario.
La grabación de la respuesta del ex titular de la Arca, Carlos Vaudagna, a los fiscales durante su confesión fue mostrada esta mañana en la audiencia imputativa contra el juez federal Marcelo Bailaque por presuntas maniobras de corrupción, incumplimiento en los deberes de funcionario público y prevaricato, y marcó uno de los puntos fuertes de la nueva información hoy aportada a la causa.
“Lo que dice Vaudagna es que Fernando Whpei, el no funcionario, tenía preponderancia sobre Bailaque, el funcionario”, insistió el fiscal Federico Reynares Solari, uno de los expositores de la imputación. Y el repaso que hicieron los fiscales de dos de los tres casos que llevaron a Bailaque a Tribunales mostraron que el papel del financista fue central en las maniobras de extorsión investigadas.
El tema es que, al menos hasta ahora, Whpei no aparece imputado. No obstante, la novedad de la audiencia es que el titular de la Procuraduría de Investigaciones Administrativas (PIA), Sergio Rodríguez, pidió que se traben embargo contra uno de los bienes que tiene junto con el juez.
Sobre el caso del empresario Claudio Iglesias, a quien -según los fiscales- Whpei, Bailaque y Vaudagna le exigían dinero para influir en el desarrollo del trámite de un proceso judicial en su contra destinado a evitar que asuma la presidencia del grupo asegurador San Cristóbal, Vaudagna contó que en una reunión en el quincho de Bailaque, el juez y el financista le dijeron que "iniciara una investigación de ribetes tributarios contra Iglesias a partir de una denuncia anónima que iba a llegar y que él tenía que presentar en una determinada fecha porque Bailaque iba a ser el juez de turno".
La denuncia anónima a Arca llegó el 14 de agosto de 2019 con una declaración muy genérica sobre que “Iglesias, y su socio, Jorge Oneto lavaban playa del narcotráfico y tenían vínculos con los Monos”.
“Violando normativa interna y procedimientos, ese mismo día Vaudagna realiza la denuncia penal en el juzgado de Bailaque”, cuenta el fiscal Juan Agustín Argibay Molina, quien también destaca que desde 2019 a la fecha hubo 84 denuncias de Arca (ex Afip) a la Justicia, siendo una sola la que se fundamentaba en un anónimo.
Según contó un testigo de la causa, que es conocido tanto de Whpei como de Iglesias, el financista le comentó que el empresario estaba muy complicado por una investigación de la Afip fogoneada desde muy arriba en Buenos Aries, y que él podía ofrecer sus servicios para ayudarlo
Enterados, Iglesias, y su socio Oneto, y desconociendo totalmente por qué lo estaban investigando se juntan con Whpei, quien a decir de ambos empresarios les ofrece sus servicios de vinculación directa con Bailaque, y hasta le sugiere que no contrate abogados ofreciéndole uno de los suyos (Guillermo Zenklusen, de Rafaela); todo a un costo de 200 mil dólares.
Los empresarios le empezaron a hacer pagos parciales en efectivo en mano a Whpei en la sede del Museo de la Democracia, de la esquina de Sarmiento y Córdoba, (siendo el primero de 40 mil dólares), salvo el último que fue en la casa de Whpei de calle Santiago).
Pero pese a las promesas de que el tema no iba a escalar si le pegaban los 200 mil dólares, los domicilios de Iglesias fueron allanados y la causa seguía su trámite. “Whpei siempre me avisaba lo que me iba a pasar, por ejemplo, que nos iban a allanar, y cuando le recriminaba que yo estaba pagando, me decía que era porque las presiones de Buenos Aires eran muchas y me dejaba la sensación que peor iba a ser si no ocurría”, dijo Iglesias en su testimonio, confesando el temor de que si no pagaba lo iban a detener y no quería caer preso. "Siempre se mostró al control. Una vez, un amigo, Daniel Giraudo, que también es amigo de Bailaque se ofreció a preguntarle al juez por mi situación, cosa que hizo al irlo a ver sin tener respuesta alguna. Al otro día me llamó Fernando y me dijo: "No mandes gentes a preguntar al juzgado; el camino no es ese".
“Whpei le exigió en 5 oportunidades pagos a Iglesias. Por ejemplo, le pidió fondos para que el juez devuelva 115 mil dólares secuestrados en el allanamiento, cosa que lo hizo luego de un pago en calle Sarmiento. También le exigió un pago antes de que se le dictara la falta de mérito (en septiembre de 2012) y antes de que le dictaran el sobreseimiento”, dijo el fiscal Solari. “En total le llegaron a pagar 160 mil dólares", agregó. Nunca tuvieron contactos con Bailaque y Vaudagna.
"Cuando le transmití que me habían prometido que se dictaba el sobreseimiento, pero este no salía y que por eso no pagaba el saldo, Whpei me decía que se podía quedar tranquilo, la lapicera, la seguía teniendo su juez, y mientras él estuviera en la causa, no me iba a pasar nada", contó Iglesias.
Sobre la otra causa que se lo investiga a Bailaque en la que también aparece implicado Whpei, que es el desvío de $1.000 M de fondos de la cooperativa de estibadores portuarios de Puerto General San Martín que estaban en el Banco Nación a las mutuales del financista (Unión Provincial) que ocurrió mientras que fue intervenida judicialmente, el fiscal Molina también queda muy complicado Whpei.
“Fue una maniobra pergeñada por Whpei proyectando la influencia que tenía sobre el magistrado que debía controlar la intervención”, señaló el fiscal Argibay Molina.
Por ejemplo, se destacó que el juez Bailaque rechazó las medidas de los estibadores que temían por sus fondos, que recién fueron restituidos por un fallo de Cámara.
“Esos mil millones le inyectaron liquidez al mutual de Unión Provincial, que parece que los necesitaba con urgencia porque tras devolverlos, al poco tiempo, entró en convocatoria de acreedores”, completó.