Este martes se realizó la novena audiencia por la muerte de Diego Armando Maradona. El foco de la jornada estaba puesto en la declaración de Verónica Ojeda. La ex esposa del astro del fútbol y madre de su hijo menor, Diego Fernando tuvo momentos en los que se quebró y reveló: "A Diego lo tenían secuestrado, sentía temor a todo"
Ante los jueces Maximiliano Savarino, Julieta Makintach y Verónica Di Tomasso del Tribunal Oral en lo Criminal N.º 3 de San Isidro, Ojeda recordó cuando el futbolista estuvo en la casa de Tigre y manifestó que "el entorno quería verlo a Diego mal. Les convenía verlo mal".
La ex pareja de Diego tuvo momentos de mucho llanto y hubo que pasar a cuarto intermedio en un par de declaraciones. Entre corte y corte, sumó en su declaración que a Diego “le robaron todo” y que "tenía miedo de quedarse solo".
La declaración de Ojeda se esperaba que fuera clave para definir el rumbo del proceso judicial ya que podría aportar datos claves sobre posibles fallos médicos en los últimos días de Maradona en la casa que habían alquilado en el barrio San Andrés de Villanueva, en Tigre.
El juicio por la muerte de Maradona investiga la actuación de los médicos que lo atendieron durante la última etapa de su vida, principalmente la de su médico particular, Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, y otros profesionales, cometieron negligencia médica que habría causado su muerte.
"Luque y Cosachov nos decían que era conveniente una internación domiciliaria, que lo lleven a una casa", señaló. A su vez, remarcó que Luque les había dicho que él lo operó, "pero después nos enteramos que otros médicos realizaron la intervención quirúrgica".
"Me sentí usada por Agustina Cosachov", expresó Ojeda y sumó que Maradona no quería hablar con la profesional.
Además de ellos, también están imputados otros miembros del equipo médico que participaron en el tratamiento del futbolista en su internación domiciliaria en la localidad de Tigre, entre los que se encuentran el psicólogo Carlos Díaz, el médico clínico Pedro Di Spagna, la coordinadora de la empresa Swiss Medical, Nancy Forlini, y los enfermeros Ricardo Almirón y Mariano Perroni.
Según las declaraciones realizadas por Ojeda ante la Fiscalía en 2020, la situación de Maradona era crítica en los días previos a su fallecimiento, pero el equipo médico, encabezado por Luque y Cosachov, optó por tratarlo en su domicilio en lugar de trasladarlo a un hospital, a pesar de que su salud se encontraba descompensada. En línea con su testimonio, el ídolo se encontraba “totalmente desatendido” en el domicilio de Tigre, donde vivió durante sus últimos días.
Según su relato, la enfermera encargada de su cuidado, Gisela Madrid, pasaba la mayor parte del tiempo en la sala de estar, que se encontraba alejada de la habitación donde Maradona permanecía. La madre de su hijo menor de Diego comparó el tratamiento recibido por Maradona con el que había tenido años antes bajo el cuidado del médico Alfredo Cahe, quien, según ella, había organizado una atención médica intensiva y constante, con un equipo médico disponible las 24 horas y una ambulancia siempre a su disposición.
“Desde que Alfredo Cahe dejó de ser su médico de cabecera, su salud comenzó a deteriorarse cada vez más”, sostuvo Ojeda en sus declaraciones. Además, la ex esposa de Maradona afirmó en esa oportunidad que no se le proporcionaba la medicación adecuada para tratar su patología y criticó el trabajo de Luque, quien, según ella, no trató las condiciones de salud del exfutbolista con la seriedad que el caso requería. En sus palabras, Maradona “estaba mal” y el equipo médico no hizo lo suficiente para garantizar su bienestar.
El testimonio de Mario Schiter, otro de los peritos médicos involucrados en la autopsia de Maradona, también era muy esperado en esta audiencia. Schiter trabajó en la empresa Swiss Medical y brindó servicios médicos a Maradona cuando este se encontraba en la casa de Tigre. Su testimonio podría aportar información clave sobre las decisiones tomadas por el equipo médico en relación con la salud del futbolista.