Datos económicos del día: el dólar saltó, las Bolsas se hundieron, los granos zafaron y ¿los inversores a dónde fueron?

¿Qué dicen los gigantes del mercado sobre las perspectivas y qué sugieren a sus inversores en un escenario de guerra comercial? Argentina, entre la tensión con el FMI y un mundo que vuelve a crujir

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Dólares en fuga, bonos a la baja, yuan debilitado y reservas que se evaporan: el lunes dejó un tendal en los mercados globales y también en la economía argentina, con un impacto que recordó a la volatilidad del peor momento de la pandemia.

Las bolsas asiáticas fueron las primeras en caer como fichas de dominó: el índice Hang Seng de Hong Kong se hundió un 13,22%, su peor sesión desde la crisis financiera de 1997. Le siguieron Tokio con -7,8%, Shanghái con -7,34%, Taiwán con -9,7% y Seúl con -5,6%. Europa arrancó el día en caída libre, y aunque Wall Street mostró una reacción mixta, las advertencias de los grandes bancos fueron lapidarias.

Larry Fink, CEO de BlackRock, advirtió una posible caída adicional del 20% en los mercados. Morgan Stanley proyectó un nuevo descenso del 8% para el S&P 500 y retiró a los bonos argentinos de su lista de inversiones recomendadas. J.P. Morgan, en cambio, sorprendió al sugerir a sus clientes mirar hacia Latinoamérica como refugio ante la tensión global.

En este contexto, el dólar volvió a ser rey. A nivel internacional, la divisa estadounidense se fortaleció frente a casi todas las monedas: subió 1,4% en Brasil y México, 1,2% contra la libra, 1% en Chile, y hasta 0,4% frente al yuan. Solo perdió contra el franco suizo, la moneda que volvió a ser el “puerto seguro” para los inversores globales.

En Argentina, la situación no fue menos alarmante. El Banco Central vendió US$ 35 millones para contener la escalada cambiaria y perdió US$ 328 millones en reservas, tocando el nivel más bajo en 15 meses. La principal causa: el deterioro del swap con China, cuyo debilitado yuan restó fuerza a las reservas brutas argentinas.

El dólar blue saltó $35 hasta $1.345, el Senebi trepó $37 a $1.377, el MEP subió $31,88 hasta $1.366,29, y el CCL avanzó $24 para quedar en $1.361. La brecha entre el oficial y el blue ya es del 22%, mientras que con el mayorista alcanza el 26%.

El riesgo país, en este marco, escaló 35 puntos hasta 960, su nivel más alto desde octubre de 2024. Los bonos en dólares se hundieron otro 2,5%, golpeados por la desconfianza externa y la caída de los precios internacionales.

En commodities, la excepción fue la soja, que tuvo un buen día tanto en Chicago como en Rosario. También mejoraron el trigo y el sorgo, aunque el maíz volvió a retroceder. Los metales básicos se mantuvieron estables, el petróleo bajó otro 2,1%, y el oro tuvo una jornada débil. La gran caída fue para las criptomonedas, con el bitcoin desplomándose un 7,2%.

El panorama se completa con nuevas dudas sobre el acuerdo con el FMI. En medio de la tormenta internacional, se rumorea que el board del Fondo podría postergar la discusión sobre el caso argentino, priorizando urgencias de otras economías afectadas. Para una Argentina que se sostiene sobre el borde de la cornisa, la noticia encendió todas las alarmas.

En paralelo, mientras la Reserva Federal de EE.UU. debatía en secreto posibles ajustes, las tasas largas estadounidenses mostraron señales claras: se pagó 3,9% a un año, 4,2% a 10 años y 4,6% a 30 años, lo que muestra la creciente percepción de riesgo y necesidad de refugio por parte de los inversores.

A todo esto, se sumó la debilidad de los commodities que Argentina puede exportar —petróleo, gas y minerales— en un contexto donde cada punto de ingreso extra es vital para sostener la balanza de pagos y calmar el frente cambiario.

En conclusión, lo que parecía un lunes complejo terminó siendo un verdadero tsunami financiero global con epicentro en los nuevos aranceles de Trump y sus efectos secundarios en una economía mundial que empieza a temer una recesión. Argentina, pequeña y frágil en este tablero, volvió a quedar en el ojo de la tormenta.

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