La muerte del papa Francisco, que este lunes por la madrugada sufrió un derrame cerebral y una insuficiencia cardíaca en su residencia de la Casa Santa Marta del Vaticano, generó conmoción en todo el mundo. La noticia fue confirmada a las 7.35 de la mañana (hora de Roma) por Kevin Farrell, cardenal y camerlengo de la Santa Sede que estará a cargo de administrar la "tempore sede vacante", el período de transición hasta que la Iglesia Católica designe al sucesor de Jorge Mario Bergoglio.

Ese proceso para elegir a quien será el próximo líder de la Santa Sede fue retratado en la película Cónclave, producción que recibió ocho nominaciones para los premios Oscar 2025 y se quedó con la estatuilla a Mejor Guión Adaptado. Aunque se trata de una dramatización, la cinta estrenada en 2024 sigue los acontecimientos que suceden mientras se prepara la ceremonia en la que los cardenales menores de 80 años se reúnen en la capilla sixtina para elegir al nuevo pontífice.

La película recibió críticas muy positivas por parte de la crítica, y también comentarios que destacaron lo fidenigno de la forma en la que se cuenta lo que durante siglos ha sido una ceremomia rodeada de misterio, puesto que tradicionalmente se celebra a puertas cerradas en el Vaticano.

Dirigida por Edward Berger, Cónclave es una adaptación del libro homónimo escrito por Robert Harris y publicado en 2016. Aunque la historia es enteramente ficción, el autor se inspiró en acontecimientos reales y en la crisis que atraviesa el Vaticano desde hace años.

En el film, Ralph Fiennes, Stanley Tucci y John Lithgow dan vida a algunos de los cardenales del rango más alto de la Iglesia Católica, quienes deben atravesar múltiples elecciones hasta obtener un resultado mayoritario y nombrar a su nuevo líder.

En Cónclave, Ralph Fiennes interpreta al cardinal decano encargado de coordinar y dirigir la elección del nuevo papa.

Isabella Rossellini, por su parte, interpreta a la cabeza de las monjas inquisitivas, quienes no tienen poder de decisión en esta votación y solo se encargan del servicio de limpieza y alimentación durante los días que dura el proceso de elección.

Aunque el Vaticano no permite ningún tipo de filmación en lugares sagrados como la Capilla Sixtina, sí le abrieron las puertas al equipo de productores de la película para que pudieran tomar notas sobre cada una de las locaciones que, posteriormente, replicaron para la filmación.

"Nos dieron un recorrido privado por el Vaticano, y en realidad fueron bastante acogedores, bastante serviciales", reveló Peter Straughan, guionista de la película, en conversación con USA Today. "Así que fue un gran proyecto de investigación, realmente. Es un mundo fascinante y teatral, por lo que quieres que esos detalles sean precisos. Es algo muy suntuoso".

La trama de Cónclave

Como su nombre lo indica, Cónclave se sitúa alrededor del proceso ritual de sucesión papal, mostrando a su vez la proyección que esta decisión tiene sobre quienes se consideran miembros de la feligresía de la denominada Iglesia Universal.

La historia es contada desde la perspectiva de Thomas Lawrence (interpretado por Fiennes), el cardinal decano encargado de coordinar y dirigir la elección del nuevo papa tras el fallecimiento de un sumo pontífice popular y progresista. Su cercanía con el difunto papa y la presión por su cargo lo colocan en un momento de serias dudas personales sobre su fe.

Lo que debería desarrollarse como un proceso rutinario de votación deriva en una sucesión de revelaciones sobre las distintas facciones internas de la Iglesia y los objetivos contrapuestos entre estas. Por ello, Lawrence se sumerge en una red de conspiración, mentiras y artimañas.

Sin embargo, el destino de la sucesión toma un rumbo inesperado por la mano invisible del papa difunto, cuando un cardenal con una historia de servicio hacia los más vulnerables nombrado en secreto, Vincent Benítez (Carlos Diehz), llega al Vaticano para cambiar todos los planes.

Sobre esta trama, el film desenvuelve distintos conflictos que afectan a la Iglesia Católica actual, como la pugna entre sectores progresistas y conservadores, atizada por la crisis migratoria y la intolerancia religiosa presentes en Occidente.

Estrenada en un momento donde el papa Francisco ya se encontraba en una situación delicada de salud, la película se volvió para muchos una manera de adentrarse en el complejo mundo de la sucesión papal, un proceso que se abre siempre con incertidumbre e importantes consecuencias. En Argentina está disponible para ver en la plataforma Amazon Prime Video.

Cómo es el procedimiento tras la muerte del papa

A partir del fallecimiento del pontífice de la Iglesia Católica, el camarlengo debe comprobar su deceso en presencia del Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, de los Prelados Clérigos y del Secretario y Canciller de la Cámara Apostólica.

Luego deben sellarse el estudio y la habitación del pontífice y permitir que el personal que vive habitualmente en el apartamento privado pueda seguir en él hasta después de la sepultura del papa, momento en que todo el apartamento pontificio será sellado.

Mientras está vacante la Sede Apostólica, el gobierno de la Iglesia queda confiado al Colegio de los Cardenales solamente para el despacho de los asuntos ordinarios o de los inaplazables y para la preparación de todo lo necesario para la elección del nuevo Pontífice. Además, en esta transición, las leyes emanadas por los Romanos Pontífices no pueden de ningún modo ser corregidas o modificadas, ni se puede añadir, quitar nada o dispensar de una parte de las mismas, especialmente en lo que se refiere al ordenamiento de la elección del Sumo Pontífice.

Los cardenales del Vaticano se encierran en la Capilla Sixtina hasta culminar la elección del siguiente papa.

"Durante la Sede vacante, todo el poder civil del Sumo Pontífice, concerniente al gobierno de la Ciudad del Vaticano, corresponde al Colegio de los Cardenales, el cual, sin embargo, no podrá emanar decretos sino en el caso de urgente necesidad y solo durante la vacante de la Santa Sede. Dichos decretos serán válidos en el futuro solamente si los confirma el nuevo Pontífice", aclara la normativa del Vaticano.

Cuando dan inicio a la reunión, los cardenales se encierran a voluntad en la Capilla Sixtina hasta culminar la elección del siguiente papa.

El preescrutinio, como se conoce a organización de las papeletas, involucra su distribución, cumplimiento y designación de recogedores y escrutadores. El voto o escrutinio se emite en completo secreto y, luego de tabularse los resultados, se vuelven a contar para su reafirmación y finalmente se queman.

Hay una votación inicial y, de no haber un candidato elegido, se realiza un máximo de cuatro votaciones por cada día posterior. Las papeletas de las elecciones fallidas son quemadas.

Si pasan tres días sin poder elegir un nuevo Papa, el grupo de cardenales se toma un día para dedicarse íntegramente a la oración y a la contemplación. Si este ciclo se repite siete veces más, se debe realizar una segunda vuelta entre los dos candidatos con más votos.