Tim Friede, un herpetólogo californiano, pasó las últimas dos décadas inyectándose deliberadamente veneno de serpiente para volverse inmune a las mordeduras fatales y ahora su sangre se utilizará para crear un antídoto que puede tratar mordeduras de cualquier variedad de serpientes, según publicó el medio estadounidense New York Post.

De acuerdo a los especialistas esto es un gran avance, ya que normalmente las víctimas de mordeduras de serpiente necesitan un antiveneno específico para la especie de serpiente que las mordió. Friede fue mordido más de 200 veces y tuvo que lidiar con dolorosas picaduras y visitas a la UCI. Sin embargo, su sacrificio valió la pena, ya que su antidoto universal podría ayudar a decenas de miles de personas que mueren cada año por mordeduras de serpientes venenosas. "Estoy haciendo algo bueno por la humanidad y eso fue muy importante para mí", dijo Friede. 

La creación de este antiveneno universal es un paso importante en la lucha contra las mordeduras de serpientes, que son un problema de salud pública en muchas partes del mundo. Según la Organización Mundial de la Salud, las mordeduras de serpientes venenosas causan más de 80.000 muertes al año, y muchas más personas sufren discapacidades y complicaciones a largo plazo.

El trabajo de Friede generó un gran interés en la comunidad científica, y se espera que su antiveneno universal sea utilizado en breve en hospitales y clínicas de todo el mundo.