Comicios históricos en un marco de apatía ciudadana. Esa es la paradoja que encierra el acto electoral de este domingo, en el que los santafesinos votarán a los convencionales que, después de 62 años, culminarán el proceso de reforma constitucional de la provincia que se inició el año pasado en la Legislatura con la sanción de la ley de necesidad.

La Convención Constituyente tendrá 69 integrantes. Cincuenta son elegidos por distrito único, como los diputados, y 19 por cada uno de los departamentos, como los senadores.

Algo más de 2.800.000 personas, entre ellas 77 mil menores de entre 16 y 18 años, están habilitadas para votar en toda la provincia. Las mesas para hacerlo estarán abiertas entre las 8 y las 18, luego de lo cual comenzará el escrutinio. En algunas localidades se realizarán al mismo tiempo las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (Paso) de concejales y en otras más se agregarán las de intendente o jefes comunales. En el caso de Rosario, los ciudadanos que acudan a sufragar se encontrarán con tres boletas únicas. Una, de color naranja, para votar convencionales por distrito único. Otra, de color azul, para el convencional por departamento. Y la tercera, de color amarillo, con los precandidatos a concejal.

La apatía, el poco entusiasmo ciudadano que se vio en la campaña –coherente con un debate vacío de ideas por parte de los candidatos–, puede ser un factor clave a la hora de leer el resultado. La baja de la participación en las elecciones viene desde hace tiempo, al punto que en la última que se realizó en Rosario, la de 2023, cayó debajo del 60 por ciento. 

Que se sostenga la tendencia sería una mala noticia para las fuerzas más pequeñas, porque les costará llegar al piso del 2,5 por ciento del padrón (unos 70 mil votos) que impone la ley de necesidad de la reforma para entrar en el reparto de constituyentes.

El desafío de Pullaro

En la elección de convencionales por distrito único, la lista que lleva las de ganar es la de Unidos, que encabeza Maximiliano Pullaro. La pregunta es si estará más cerca del 30 o del 40 por ciento. Si estuviera en el piso se alejará de la posibilidad de tener mayoría propia y eso lo obligará a establecer alianzas para sacar de la Convención los temas que más le interesan, entre ellos la reelección del actual gobernador. Si se acercara al 40 por ciento, y con un buen desempeño en los departamentos, podría llegar a controlar el cuerpo que redactará el nuevo texto constitucional.

La oposición va fragmentada, tanto la peronista como la no peronista. 

El PJ oficial hizo una alianza con el Frente Renovador y Ciudad Futura, que puso al candidato que encabeza la lista Más para Santa Fe: Juan Monteverde. Por fuera van el senador Marcelo Lewandowski, en alianza con el ex dirigente del socialismo Rubén Giustiniani en Activemos, y Roberto Sukerman, que encabeza la nómina del partido Pais.    

Por derecha, Nicolás Mayoraz, de La Libertad Avanza, y Amalia Granata, de Somos Vida y Libertad, disputarán al menos parte del voto antipolítica. Mientras que una outsider se suma a la oferta electoral para los desencantados: la boxeadora Alejandra Locomotora Oliveras, del Frente de la Esperanza.  

La ex ministra de Educación Claudia Balagué va a la cabeza de la lista del Frente Amplio por la Soberanía y Carla Deiana de la del Frente de Izquierda.

También se presentan Acuerdo Ciudadano (con Nicolás Rabosto a la cabeza), Ariel Araujo (Confluencia Santafesina) y el Partido Moderado (Walter Eiguren). 

La disputa departamental

 

También en los departamentos Unidos aparece con mayores posibilidades, pues hoy cuenta con 14 senadores propios que compiten como candidatos a convencional y otros que no son de su sello pero jugarían a favor del oficialismo en temas cruciales, como el perottista Alcides Calvo (Castellanos).

La disputa local que se lleva toda la atención es la del departamento Rosario, donde compiten con mayores posibilidades dos ex conductores de De 12 a 14: Ciro Seisas (Unidos) y Juan Pedro Aleart (La Libertad Avanza). Pero la oferta electoral tiene también a dos dirigentes importantes del peronismo: el presidente del bloque kirchnerista de la Cámara de Diputados de la Nación, Germán Martínez (Más para Santa Fe), y el intendente de Funes, Roly Santacroce (Activemos). 

La boleta única distrital se completa con Franco Casasola (Frente de Izquierda), Eugenio Malaponte (Somos Vida y Libertad), Fabiana Gómez (Confluencia Santafesina), Amalia Fiori (Partido Moderado), Alberto Mozzatti (Partido Pais) y Lorena Carabajal (Frente Amplio por la Soberanía).

Otro departamentos en donde la pulseada puede resultar peleada son San Lorenzo y Belgrano.

En el primero, el senador peronista Armando Traferri (Más para Santa Fe) enfrenta al intendente de la ciudad cabecera, Leonardo Raimundo (Unidos), con una tercera en pugna: la influencer libertaria Eugenia Rolón.

En el segundo el actual senador, Pablo Verdecchia (Unidos) disputa la representación con el intendente de Las Rosas, el ahora libertario Javier Meyer. También compite, por Activemos, el histórico dirigente peronista –ex senador– Alberto Crosetti.

La tarea por delante

 

Después de la histórica elección de este domingo, con el resultado ya puesto, el gobernador deberá definir para cuándo convoca a la Convención Constituyente. Tiene un año de plazo desde estos comicios.

En principio, la idea de la Casa Gris es que sea a principios de 2026, para que el proceso electoral nacional, que culminará con los comicios de diputados de octubre, no interfiera en los debates sobre el nuevo texto constitucional. Pero no se descarta que, si obtuviera mayoría propia, lo apurara para antes de que esa campaña encienda los motores a pleno.

La ley de necesidad de la reforma constitucional habilitó la modificación de 42 artículos más la incorporación de otros sobre temas diversos. En los hechos, esto significará un rediseño de la arquitectura institucional de la provincia después de más de 60 años. 

El sentido del nuevo contrato social lo empezarán a definir este domingo los santafesinos con su voto.