Una marcada apatía electoral caracterizó la previa y el desarrollo de las elecciones provinciales de este domingo 13 de abril, en la que los santafesinos eligieron convencionales para reformar la Constitución y los rosarinos a los candidatos que competirán en las generales para renovar buena parte de las bancas del Concejo Municipal. Sin embargo, los búnkers partidarios locales fueron un microclima que vibró con aires de cancha, entre chicanas, ganadores, perdedores y la promesa de una dura batalla para gobernar la ciudad en 2027. 

Según datos preliminares, las elecciones de este domingo 13 de abril tuvieron uno de los niveles de participación más bajos de la historia –apenas superaba el 55 por ciento– tanto en la provincia como en Rosario, una realidad que admitieron desde todos los sectores políticos en el transcurso de la jornada. Nadie lo afirmaba, pero puertas adentro lo intuían y las cifras del Tribunal Electoral lo terminaron de confirmar.

Incluso en en el departamento Rosario era todavía menor, del 54,91 por ciento, con un 97,98 por ciento de las mesas escrutadas. Se trata de una histórica caída y del número más bajo desde el regreso de la democracia en 1983.

Son cerca de las diez de la noche. En la puerta del Distrito 7, un lugar emblemático para Ciudad Futura donde Juan Monteverde y el peronismo encolumnado dentro de Más para Santa Fe montó su centro de campaña, Lucía comparte un copón de cerveza con una amiga después de haber ido a fiscalizar en una escuela del centro. Hay un microclima, el partidario, con la militancia que nunca estuvo “afuera” de la contienda, pero hay otro paralelo dominado por el desconocimiento sobre qué se votaba –sobre todo en relación a los convencionales constituyentes– mezclado con cierto desinterés.

—Ayer (por el sábado) subí a un taxi y el chofer me dijo «mañana hay que votar, me contó un pasajero que se bajó recién»

La chica lo relata como respuesta a una reflexión en voz alta mientras charla con Rosario3 y sirve como ejemplo para tratar de empezar a entender el fenómeno, lo que pasó en las urnas. O, mejor dicho, lo que no ocurrió. Es un caso particular, por supuesto, pero se multiplican y son botones de muestra, quizás no concluyentes pero botones al fin. 

Una hora antes, en el local partidario de La Libertad Avanza en Santa Fe al 1100, Axel admite que percibió esa falta de interés y la desinformación reinante durante todo el día. Tiene 20 años, milita en el espacio libertario desde mediados de 2023, justo antes de las elecciones presidenciales, y cuenta en tono de broma que se perdió ir a jugar un partido de fútbol para cumplir con la fiscalización e ir a apoyar a los candidatos Juan Pedro Aleart y Nicolás Mayoraz.

Microclimas

El gobernador Maximiliano Pullaro ganó con claridad y quedó cerca de tener mayoría propia en la Convención Constituyente. Sin embargo, en Rosario lo que empezó a tomar temperatura es una posible futura batalla electoral para conducir la ciudad en 2027, con los candidatos a concejal que mejor salieron parados de las Paso ya apuntando los cañones al oficialismo de Pablo Javkin: Aleart –el más votado individualmente– y Monteverde –el segundo con más votos–.

Los libertarios definieron, a pedido de la diputada Romina Diez, armar su centro de campaña en el local que tienen casi pegado al Cine El Cairo, más austero y terrenal que el salón de Avenida Libertad en el que celebraron los triunfos de Javier Milei en 2023. El espacio es reducido, un cartel indica el ingreso al “búnker de la libertad” que está dividido para la ocasión en tres módulos: un hall de entrada para los periodistas, apelotonados y acalorados, un segundo sitio intermedio para algunos militantes y una tercera habitación donde el exconductor de De 12 a 14 espera los resultados junto al resto de los candidatos. 

El "búnker de la libertad", en la cuadra de Santa Fe al 1100. (Alan Monzón/Rosario3)

Una gran pantalla con imágenes en loop de la última caravana libertaria por la costa central rosarina separa los dos primeros módulos. En el intermedio, una gigantografía de Milei con los pulgares hacia arriba descansa en un rincón. La música merece un capítulo aparte: suena Se viene el estallido de la Bersuit Vergarabat y es difícil no pensar en lo que podría ocurrir este lunes en Argentina tras los anuncios económicos del viernes pasado.

En la previa crecieron los rumores de una posible visita de la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei, de estrecha relación con Diez, pero a fin de cuentas los representantes nacionales presentes son del Congreso, los diputados de LLA Guillermo Montenegro y María Fernanda Araujo

Nicolás Mayoraz llega al búnker de LLA. (Alan Monzón/Rosario3)

Con Aleart ya dentro del búnker, cerca de las ocho y veinte Mayoraz estaciona su camioneta. Lo reciben con aplausos, al grito de “vamos, Nico”. Casi en simultáneo, un hombre de pelo enrulado y canoso camina por la vereda opuesta con una caja de pizza en la mano y una botella tónica. “Vamos, Milei”, dice en voz no tan alta pero audible desde el otro lado de la calle, mientras sonríe. No queda claro si es irónico o no. 

Soledad tiene 47 años y, como muchos libertarios rosarinos, empezó a militar en el espacio en 2023. Llega preocupada al búnker porque no sabe si entregó la documentación de las mesas que fiscalizó en el lugar correcto, a la vuelta por Sarmiento. La tranquilizan, le dicen que sí. En la casa de LLA es la hora de aflojar tensiones, y los primeros datos que refieren una gran elección de Aleart en la ciudad lo hacen más sencillo

El primer módulo del búnker libertario en Rosario. (Alan Monzón/Rosario3)

Pero el primer destello de euforia lo genera Federico Angelini, subsecretario de Intervención Federal del Ministerio de Seguridad. Cercano a Patricia Bullrich, podría decirse que fue el jefe de campaña del periodista y hasta quien lo acercó al sector libertario. Cuatro palabras encienden la noche. “Vamos, vamos que ganamos”, dice cuando cruza la puerta vidriada y camina raudamente hacia el fondo. No estaba equivocado.

Es grande el contraste entre los búnkers de La Libertad Avanza y los del peronismo o el mismo frente Unidos, espacios con más tradición política y con una estructura superior. 

La vereda del D7, en Ovidio Lagos al 700. (Alan Monzón/Rosario3)

Entrar al D7, en Ovidio Lagos al 700, obliga a sortear obstáculos y abrirse paso entre la gente. Brazos y abrazos tendidos congestionan la circulación. Claro que no son casuales, reflejan un espíritu victorioso, por resultados electorales que son incluso mejores a los esperados y que luego quedarán confirmados: la alianza de Ciudad Futura y el peronismo tendrá a Monteverde encabezando su lista. 

Adentro el clima es de fiesta. Salen pizzas y empanadas regadas con cerveza bien fría. Flamean las banderas de Ciudad Futura, el Movimiento Evita y Comunidad, fundado por la actual concejala Norma López y segunda de la lista. Si bien no es completa, porque candidatos como Marcelo Lewandowski y Roberto Sukerman compitieron por fuera, la unidad se expresa en nombres presentes como Agustín Rossi, Alejandra Rodenas, Eduardo Tonioli, Lucila Deponti, Germán Martínez y Pablo Corsalini

Por fuera: el búnker de campaña de Lewandowski en un hotel del centro. (Alan Monzón/Rosario3)

Desde una sala en el primer piso siguen el avance de los resultados. Monteverde está más arriba, en una especie de altillo, ya lookeado de impoluta camisa blanca al cuerpo. Los jefes de campaña analizan cuándo salir a hablar, tienen todo listo pero deciden esperar porque justo aparece Javkin en el escenario de Puerto Norte, donde Unidos reunió a todas sus tropas. 

El intendente aparece en la pantalla de El Tres y en ese momento el D7 explota a los gritos en una sola canción: “Un minuto de silencio, para Javkin que está muerto”. Retumban los bombos y los redoblantes. También hay chicanas para Sebastián Chale, el secretario de Gobierno municipal. El microclima es de cancha. Hay una elección ganada como frente y eso parece hacer olvidar, al menos ahora, ahí, la apatía electoral que dejó la jornada

Militantes de Más para Santa Fe siguen el discurso de Javkin. (Alan Monzón/Rosario3)

También esperan que hable Pullaro, quien celebró su victoria “en toda la provincia, de norte a sur y de este a oeste". Lo acompaña Gisela Scaglia, la vicegobernadora, y empezó su discurso triunfal agradeciendo "a Dios" y a "todos los santafesinos" que le dieron su apoyo. "No hay pueblo ni ciudad de la provincia en la que Unidos haya sido derrotado", asegura. 

En un local repleto y exultante al ritmo de los bombos y las banderas que se agitaban, Pullaro salió al escenario minutos antes de las diez de la noche. "Quiero agradecerle a Dios la fuerza que me da todos los días para llevar adelante los destinos de la provincia de Santa Fe", fueron sus primeras palabras. 

Recién cuando termina el mandatario provincial, aparece Monteverde rumbo al escenario. Ahora con saco gris, baja las escaleras y atraviesa el lugar de punta a punta para trepar al escenario. 

"Es un orgullo para mí que estemos todos y todas acá para decir que somos la segunda fuerza de la provincia de Santa Fe", dijo quien encabeza la lista de Más para Santa Fe, en medio de un clima de euforia alimentado por cánticos de la militancia y los festejos también sobre el escenario montado en el búnker partidario.

El fundador de Ciudad Futura sostuvo que son la “primera fuerza” de la ciudad, alardeó que le ganaron “al presidente y al gobernador” en Rosario y le mandó un mensaje a Pullaro: "Les aseguro que si el gobernador de la provincia no hubiese tenido miedo y hubiese hecho una elección democrática, con una Paso hoy y una general en dos meses, íbamos a estar disputando el primer lugar en la provincia".

Cuando baja la espuma, otras voces intentan sumar a la reflexión acerca de la baja participación. Andrés tiene 65 años y se acaba de jubilar tras una vida al servicio de la medicina y la docencia. Empezó a militar en Ciudad Futura en 2015. Cree que hubo más desinformación o falta de información que real poco interés en la ciudadanía, en línea con el discurso que acaba de escuchar.

En cada elección hay ganadores y perdedores, además de numerosas lecturas posibles. Esta vez, como nunca había ocurrido, el bajo porcentaje de participación abre otro debate de cara a las generales y al futuro político en la provincia.