El juez Hernán Postma dictó prisión preventiva por el plazo máximo a Damián Sosa, uno de los acusados de haber asesinado a Gustavo Rivero, un trabajador metalúrgico que fue víctima de un intento de robo durante la madrugada del 25 de noviembre de 2022, en el cruce de Liniers y Gálvez.
Sosa se convirtió en el tercer detenido por el homicidio calificado de Rivero. Aquella misma madrugada, el Comando Radioeléctrico había arrestado a otros dos presuntos coautores: Lautaro Benítez y Matías Gutiérrez, ambos de poco más de 20 años. A Sosa se le imputaron los delitos de homicidio y robo calificados en grado de tentativa, además de portación ilegal de arma de fuego.
El pasado 9 de abril, Sosa fue identificado por personal de la Policía de Seguridad Aeroportuaria mientras circulaba en una cupé deportiva Peugeot RCZ, en Rouillón y Sanguinetti. Al verificar su identidad, los agentes constataron que era requerido por el fiscal Adrián Spelta, quien recientemente había reunido evidencia para vincularlo al homicidio de Rivero a partir del peritaje de un celular.
El viernes, Spelta lo imputó por integrar el grupo armado que asaltó a Rivero con intenciones de robarle su auto, un Peugeot 408 blanco. La secuencia quedó registrada por una cámara de seguridad y fue reconstruida con el testimonio de una trabajadora sexual que acompañaba a la víctima.
Según esa declaración, la mujer acababa de subir al vehículo y mantenía una conversación con Rivero cuando escucharon un fuerte golpe. “Veo a unos cinco pibes jóvenes que tenían armas. Me bajaron del brazo y de los pelos, y como el chico dueño del auto no se quería bajar, se subieron dos. Arrancan fuerte hasta que siento un disparo. El auto se dio contra el árbol y se bajan y se van todos corriendo por Gálvez”, relató.
Rivero fue sorprendido por los asaltantes e intentó escapar con una maniobra al volante. En ese contexto, recibió un disparo en el tórax. Antes de morir, alcanzó a describir a dos policías cómo estaban vestidos sus atacantes.
Benítez y Gutiérrez fueron detenidos esa misma madrugada en Rouillón y Gálvez, y permanecen en prisión desde entonces. En un contenedor de residuos cercano se hallaron dos pistolas calibres 9 y 11.25 milímetros. Según el peritaje balístico, la primera fue la utilizada para matar a Rivero.