La municipalidad de Granadero Baigorria puso en marcha un proyecto transformador al licitar la nueva concesión del histórico parador ubicado en la Isla de los Mástiles. El objetivo es doble: recuperar y potenciar un espacio emblemático, convirtiéndolo en el mejor espacio ecológico y eco-amigable de la región, al tiempo que se reafirma y garantiza la protección integral del espacio natural que lo rodea.

La gestión del intendente Adrián Maglia busca desarrollar y consolidar los espacios turísticos de la ciudad. El objetivo es claro: aprovechar la posición privilegiada de Granadero Baigorria sobre la costa del río Paraná para potenciar de manera sostenida el comercio, el turismo y la llegada de nuevos visitantes. Esta política de desarrollo tiene como condición fundamental que toda nueva propuesta garantice servicios de primer nivel y de máxima calidad, consolidando a la ciudad como un destino de excelencia en el corredor metropolitano.

Para eso, se ha llevado adelante un proceso licitación abierto para lograr la concesión para la explotación del antiguo parador “Puerto Pirata”, proceso realizado sobre la base de un profundo consenso. Es fundamental aclarar que la licitación se enfoca exclusivamente en el espacio mencionado y en su área de servicios, no en la totalidad de la isla. El procedimiento contó con una validación en múltiples etapas. 

Además, el pliego de licitación y sus condiciones fueron consensuados durante años por el Comité Multisectorial "Isla de los Mástiles". Fueron ellos, en un trabajo conjunto y sostenido, quienes sentaron las bases y definieron los requisitos que cualquier proyecto debía cumplir, asegurando que la visión de protección y sustentabilidad fuera el punto de partida.

Así, el proyecto privado que dio origen a la licitación fue presentado y adaptado en base a estas condiciones preestablecidas por el comité. Y finalmente, el proyecto fue estudiado y aprobado por el Concejo Deliberante local, otorgando el respaldo legislativo final.

Todo este desarrollo se realiza respetando la ordenanza de 2020 que declara a la isla como área natural protegida. Dicha norma es la piedra angular que asegura que la actividad del parador se integre de manera sostenible al ecosistema.

¿Qué cambios se planean donde funcionaba Puerto Pirata?

El proyecto contempla una renovación integral de la infraestructura del parador, diseñada para dialogar en armonía con el entorno natural. El nuevo concesionario deberá ejecutar el plan en tres etapas a lo largo de un máximo de tres años. Las mejoras se centran en el área del parador e incluyen: un restobar totalmente nuevo y de bajo impacto ambiental, la construcción de un muelle seguro para el embarque y desembarque, creación de áreas de juegos infantiles y zonas específicas para deportes y reacondicionamiento de las cabañas ya existentes.

La concesión del parador se ha fijado en 30 años, un plazo que garantiza la viabilidad de las importantes inversiones requeridas y permite al concesionario recuperar su capital, considerando la naturaleza estacional de la actividad.

El compromiso del Municipio de Granadero Baigorria con la Isla de los Mástiles es total y representa un modelo de trabajo que no se da en ninguna otra ciudad de la región. Mientras se impulsa la modernización del parador Puerto Pirata, se redoblan los esfuerzos para la conservación de todo el territorio insular.

La colaboración con el Comité Multisectorial es la prueba de ello. El Municipio es un actor clave, aportando recursos materiales y logísticos cruciales para el cuidado de toda la isla, como equipos para el combate de incendios o el monitoreo ambiental. Además, enriquece a la comisión con la participación de profesionales y expertos, asegurando una gestión ambiental de primer nivel que excede largamente al proyecto del parador.

En respuesta a la circulación de publicaciones en redes sociales que contienen información falsa o a medias, desde el Municipio se consideró fundamental aclarar el contexto real del proyecto. Se destaca que el compromiso con la protección del humedal no es reciente, sino el resultado de un trabajo verificable y sostenido durante años, que se materializa en una gestión conjunta con la sociedad civil baigorriense a través de espacios formales como el Comité Multisectorial.

Este proyecto, por tanto, no es la concesión de una isla, sino la recuperación de un parador histórico para convertirlo en un emblema de turismo sostenible, demostrando que el desarrollo de infraestructura de calidad puede ser el mejor aliado para la protección de nuestro patrimonio natural.