El paro general de este jueves 10 de abril convocado por la Confederación General del Trabajo (CGT) y apoyado por las dos centrales de la CTA se definió después de la represión a la marcha de los jubilados y, sobre todo, ante una situación de fuerte retroceso social y económico de los trabajadores estatales, privados, no registrados y pasivos.
El Gobierno nacional afirmó que no había motivos para una medida nacional de 36 horas (comenzó el miércoles con una movilización masiva). El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, lo consideró "un poco difuso”. Para los dirigentes sindicales, el presidente Javier Milei lleva "al país a un proceso recesivo inaceptable".
Ante esas posturas encontradas, ¿qué dicen los datos económicos sobre el presente de los asalariados y jubilados?
1. La inflación es mayor para los trabajadores
Si bien el Ejecutivo nacional puede mostrar (o podía hasta ahora) un descenso en el ritmo general de la suba de precios, la inflación de la canasta básica de los trabajadores es mayor al promedio del Indec, lo que agrava el deterioro de los ingresos.
Según el último informe del Mirador de la Actualidad del Trabajo y la Economía (Mate), la inflación interanual en febrero de 2025, frente a 2024, fue de 67% en el Indec pero del 79% en la denominada ICT (Inflación de la canasta de las y los trabajadores).
Sólo en ese año, el impacto fue 12 puntos mayor y si se toma el acumulado de la gestión Milei (desde diciembre de 2023), la brecha se abre aún más: 186% Indec contra 207% del ICT. Es decir, 21 puntos extra de deterioro para los activos.
El grupo de economistas rosarinos añadió que la canasta del Indec "se encuentra desactualizada y, además, no está diseñada específicamente para analizar evolución salarial".
"Este indicador de inflación diseñado para analizar la evolución de los ingresos de los asalariados considera la variación de los precios de la canasta de bienes y servicios necesarios para atender las necesidades reconocidas en el Art. 14 bis de la Constitución Nacional y en la Ley 20.744 de Contrato de Trabajo", explicaron.
2. Salarios estancandos y un escalón más abajo
Después del fuerte golpe al bolsillo que implicó la devaluación libertaria en diciembre de 2023 sin una compensación en los ingresos de las mayorías, hubo durante 2024 una parcial recuperación del salario privado. Ese proceso se frenó en los últimos meses. Así, se consolidó en un nuevo nivel, más bajo, de salario real.
"Desde que gobierna Milei, cada trabajador registrado en el sector privado perdió, en promedio, casi dos millones de pesos", estimó Mate.
En el caso de los estatales, la motosierra agravó todo. El ingreso nunca se recuperó del ajuste fiscal. "Actualmente es 22% inferior al del fin del mandato de Alberto Fernández y, desde que gobierna Milei, cada estatal acumula una pérdida de más de 5 millones de pesos", calcularon.
La línea del salario mínimo, que además de un piso de referencia sirve para calcular programas sociales, es un tobogán en el gráfico elaborado por Mate. Creció durante el primer gobierno de Néstor Kirchner, se mantuvo con oscilaciones durante los dos mandatos de Cristina Fernández y desde 2015 no para de caer. En la actualidad está debajo de la mitad del 100 de referencia, similar a la década del 90 menemista.
Ese índice, indica el informe, "está cerca de su piso histórico: una familia necesita cinco salarios mínimos para no ser pobre" mientras que "entre 2006 y 2015, con dos salarios mínimos una familia tipo quedaba por encima de la línea de pobreza".
La transferencia desde las familias al Estado (o a los ganadores del modelo) es varias veces billonaria en pesos: 32,5 billones perdió el bolsillo de los asalariados, 11 billones dejó de percibir el Estado por aportes y contribuciones, las obras sociales perdieron 3,1 billones y los sindicatos, 690.000 millones.
3. Jubilaciones, otra pata del ajuste
Mate también calculó la Inflación de la canasta de las y los jubilados (ICJ) y es 18 puntos más alta que la medida por el Indec en la era libertaria.
Esa involución del poder de compra se traduce en una pérdida del 27% del poder de compra desde que gobierna La Libertad Avanza: unos 3 millones de pesos acumulados (mes por mes) por cada jubilado desde entonces.
En un ranking de damnificados por las políticas económicas, los pasivos cedieron más que los estatales pero menos que los asalariados registrados privados.
4. Menos actividad es menos empleo
"Casi 180.000 empleos en blanco se perdieron durante 2024 producto de la caída de las actividades económicas. El plan del gobierno deja a miles de argentinos y argentinas afuera", señala el estudio de Mate. El sector privado sufrió unas 100.000 bajas, 62.000 en el sector público y 16.000 en casas particulares.
Ese impacto se explica en que las principales actividades económicas que generan empleos directos e indirectos sufieron fuertes caídas. La industria encabeza ese retroceso contrayéndose un 20% desde que gobierna Milei, le siguen un 14% la construcción y un 5% promedio en comercio.
El segundo ítem tiene relación directa con un principio de la administración de la LLA: el freno de la obra pública. Ese concepto encabeza el "ahorró” un total de 50 billones de pesos, incluso por encima del recorte a los pasivos.
5. Dólar "abaratado" y riesgo de devaluación
El tipo de cambio real del dólar está en umbrales mínimos en la última década. Después del salto de diciembre de 2023, la moneda estadounidense "se sigue abaratando en la economía local". Algo que podría cambiar en breve por los condicionamientos que pondría el FMI al paquete de auxilio de 20 mil millones de dólares que pidió el ministro Luis Caputo.
"La delicada situación de los ingresos de trabajadores y jubilados hace preveer efectos sociales serios en el momento en el que se quiebre la fragilidad externa y ocurra una devaluación", anticiparon los economistas locales.
"Más de 7.000 millones de dólares de reserva perdió el Banco Central desde que comenzó el año. A pesar del aumento de las exportaciones, la caída de las importaciones, el blanqueo de capitales, los decretos para estimular el ingreso de inversiones, el Banco Central no logra acumular reservas externas", diagnosticaron en su informe marzo (datos que se agravaron esta semana).
Si el tipo de cambio cede (o se "sincera", dirían economistas liberales), la devaluación se trasladaría aunque sea en parte a precios y la inflación volvería a repuntar. Un proceso que agravaría los datos resumidos hasta acá. Por eso, en defensa propia, la CGT, las dos CTA y los movimientos sociales se organizaron para pedir un cambio en esa dirección.
El reclamo, desde ya, incluye otras razones como "paritarias libres, homologación de todos los Convenios Colectivos de Trabajo, aumento de emergencia para todas las jubilaciones y pensiones, actualización del bono y poner fin a la represión salvaje de la protesta social".