“Generar contenido”. Eso desvelaba a Brandon Joaquín Maldonado, el fisicoculturista bonaerense que, en su afán de obtener visitas en las redes sociales, junto a cuatro secuaces filmaba torturas a hombres que acusaba de pederastas, tras haberlos engañado con aplicaciones de citas. Desde el 2 de abril, el influencer con aires de justiciero se encuentra detenido y procesado con prisión preventiva. En las últimas horas, trascendieron sus descargos ante el juez instructor. “Yo tenía un problemita en el sentido de que quería visitas en YouTube. Algunos videos son actuados y otros no. Sinceramente, había tomado una microdosis de LSD Y capaz me excedí”, fue la insólita declaración del cabecilla de ElquechugaTV, la “productora” de contenido.
El platense Maldonado cayó preso junto a sus presuntos secuaces a partir de una investigación judicial que se nutrió de denuncias de hombres que fueron humillados y sometidos a vejámenes, cuyas grabaciones eran subidas a las redes del grupo. El modus operandi consistía en la creación de un perfil femenino en redes de citas que funcionaba como “carnada” para “cazar” a supuestos pederastas. Una vez que el hombre era advertido –falsamente– de que la persona con la que chateaba era menor de edad y aun así insistía en concretar un encuentro, la cita era pactada.
De acuerdo con el procesamiento del juez porteño Cristian Von Leers, del Juzgado de Menores, la organización se compone de cuatro hombres –uno de ellos menor de edad– y una mujer. La joven tiene 22 años y era quien oficiaba de “carnada” para engatusar a hombres en redes de citas como OkCupid. Los restantes integrantes tenían un solo objetivo: torturar y escrachar a la víctima por sus presuntas inclinaciones pederastas.
Según publicó Infobae, la mujer del grupo fue identificada como Yanina Rivarola. Además, están detenidos como pertenecientes a la banda Alexander Ferreira Fruhwald, también de 22 años, y Juan Segundo Cassiba, de 26. El menor, de 17 años, se dedicaba a grabar todo para las redes sociales. Y, finalmente, el líder: Brandon Maldonado, alias “Brandom Lee” o “Brandom vives”.
Todos los integrantes de la banda están detenidos y procesados por amenazas y la privación ilegítima de la libertad agravada por haber sido cometida con violencia, con la participación de tres personas y con la finalidad de obligar a la víctima a hacer y tolerar diversas conductas contra su voluntad. Todo agravado por la participación de un menor de 18 años.
El expediente señala que el 3 de marzo un hombre se encontró indefenso adentro de un departamento frente a sus agresores, Maldonado le puso pegamento en sus manos y se las juntó en forma de rezo, luego lo hizo arrodillar y le dijo “ahora sos pollo”. “Posterior a eso, le acercaron una botella de plástico de un litro y medio lleno de orina y lo obligaron a tomársela de forma ininterrumpida”, expresa el escrito.
Otro dato que figura en el expediente es que Rivarola, es decir, la joven de 22 años, se sacaba selfies con el hombre arrodillado mientras tomaba esa orina. Pero esto no es todo.
“El damnificado continuó recibiendo todo tipo de insultos y humillaciones por parte de Maldonado, quien además le advirtió que defecaría en un recipiente y luego se lo haría comer. Efectivamente, Maldonado se retiró de ese ambiente y regresó minutos después con el mismo recipiente que contenía –en teoría– materia fecal. Luego obligó mediante gritos, insultos y amenazas a la víctima a que la comiera, dándosela él mismo en la boca con una cuchara mientras lo humillaba “haciendo el avioncito”. Además, lo obligaba a que manifestara que “estaba rica”.
Otro punto en el que el magistrado Von Leers consideró es en el estado que quedó la víctima luego de ese tormento que duró dos horas. Para la justicia, le arruinaron la vida.
“Debí iniciar un tratamiento psicológico y psiquiátrico por los trastornos que me quedaron. Estoy tomando antidepresivos porque me cuesta mucho dormir. Tengo pesadillas. Sigo con mucho miedo y mucha vergüenza por el escrache social. Muchas amistades se alejaron, laboralmente me destruyó. Tuve que abandonar proyectos. Hubo gente que se contactó con la empresa en la que trabajo y les enviaron el video", expresó la víctima.

Y agregó: “En cuanto pueda, a mediados de abril, me voy a ir a Colombia, donde reside parte de mi familia. Actualmente, estoy saliendo poco y nada. Solo a pasear a mi perro. Lamentablemente, dañaron mi imagen no solo en Argentina, sino en el exterior”.
El 2 de abril una brigada de la Policía porteña detuvo a la banda en un operativo coordinado. Algunos días después, algunos de los detenidos pidieron hablar.
El primero en declarar fue el cabecilla Maldonado. Lo primero que hizo fue confesar que todo fue por sumar visualizaciones en YouTube.
“No puedo volver el tiempo atrás. Yo voy a decir la verdad. Yo prácticamente estoy muerto. Yo tenía un problemita en el sentido de que quería visitas en YouTube. Algunos videos son actuados y otros no. Sinceramente, había tomado una microdosis de LSD y capaz me excedí. La cosa es que yo tengo dos hijos, y no puedo volver el tiempo atrás para arrepentirme”, manifestó.
Luego, abundó en lo que sucedía dentro de los departamentos a la hora de las torturas: “A veces exagero mucho, porque en vivo digo cosas o invento cosas que no voy a hacer, solamente para tener más vistas. Lo del video no es caca real, era un helado mezclado con un poco de polvo”.
Más adelante en su declaración, Maldonado se refirió al caso que dio origen al expediente, el de un hombre que fue apaleado durante casi tres horas hasta que escapó y declaró: “Esa casa la alquilé a través de Airbnb con mi tarjeta dos días antes, yo llevé todo en la mochila. Sinceramente, te juro, no estoy bien de la cabeza. Lo de La Gotita lo tenía para pegar la máscara de mono”.
Esta última frase amerita una explicación. Uno de los elementos secuestrados por la policía fue una máscara de látex que uno de los integrantes utilizaba para cubrirse la cara durante los vivos. Se refirió al pegamento porque al primer denunciante le pegaron las manos en forma de rezo para que “pida disculpas” por su supuesto acto de pedofilia.
Luego, Maldonado completó con la secuencia de explicaciones que no convencieron al juez: “Lo del pis, no es pis. Es un jugo. Justo había ahí y lo preparamos. A veces la cabeza me juega en contra. Por eso a veces me pongo una cadenita que tengo y es como que tenés un alter ego. Solo quiero decir que estoy arrepentido y todo lo que hice yo, recibirlo por tres mil. Es algo que yo no haría ni en pedo. Empecé con estos videos en 2016”.